lunes, 9 de noviembre de 2009

Un poco de Fierro, Martín.

Su esperanza es el coraje, su guardia es la precaución, su pingo es la salvación, y pasa uno en su desvelo sin más amparo que el cielo ni otro amigo que el facón.
Cap. I 1440

Yo nunca me he de entregar a los brazos de la muerte; arrastro mi triste suerte paso a paso y como pueda, que donde el débil se queda se suele escapar el juerte.
Cap. I 1730

Dios formó lindas las flores, delicadas como son, les dio toda perfección y cuanto él era capaz, pero al hombre le dio más cuando le dio el corazón.
Cap. I 2155

El mal es el árbol que crece y que cortado retoña; la gente esperta o bisoña sufre de infinitos modos: la tierra es madre de todos, pero también da ponzoña.
Cap. II 345

José Hernández.

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